Tierra Viva, 1970 aproximadamente

Historia Tierra Viva

Mi papá, Octavio Elías, nació en Jardín en 1945 en una finca cafetera llamada La Estrella:

Me contaba mi padre que se levantaban mucho antes del amanecer. La abuela Raquel, su madre, se llegaba a levantar desde las 3 am para organizar las labores de la casa, de la cocina, de sus 13 hijos y de los animales de corral. Los hombres y algunas de las mujeres más guapas, comenzaban a coger café apenas aclaraba el día. A la hora del desayuno y el almuerzo, los más chicos o las mujeres les llevaban la comida hasta el lugar donde estuviesen trabajando.

Cuando había cosecha, se hacían pilas de café en la sala y en las habitaciones. Esas me tocaron y nos dejaban jugar en ellas como si fuera una piscina de bolas. La sensación de montarse y hundirse en las montañas del café que ya está secado al sol es muy agradable. El café, antes de ser vendido, era seleccionado en el comedor para separar los granos de menor calidad (pasilla).

La hora de la comida no sobrepasaba las 6 de la tarde y, como no había luz, rezaban en familia el Santo Rosario y se acostaban muy temprano. El que quería leer o estudiar, debía hacerlo con la luz de las velas.

A mi papá y a la mayoría de sus hermanos les tocó caminar descalzos hasta cierta edad. Él, gracias a una tía, tuvo la oportunidad de estudiar en Marinilla el bachillerato y luego en Medellín una tecnología en Construcción, actividad en la cual se desempeñó el resto de su vida. Más sobre mi papá: https://bit.ly/351BMhG

La finca La Estrella, a la cual conocíamos como la Casiana (nombre de la vereda) hoy se llama Tierra Viva. La casa original fue reemplazada por una con un nuevo diseño pensado en sus objetivos: "para amar, compartir, disfrutar y aprender". En este enlace, podrán conocer más sobre Tierra Viva

El nacimiento de Tierra Viva




La construcción de la nueva casa se realizó entre el 2 de septiembre de 2019 y el 7 de junio del 2020, fecha donde se rebautizó con la ayuda de muchas personas que nos ayudaron a escoger el nombre más apto para el lugar. En realidad, como decía mi papá después de una vida haciendo casas: "las casas no se terminan... se abandonan". Y es una realidad, siempre hay cosas por hacerle a la finca o cosas para su dotación.